Martes Dry – Cine – Análisis de sangre azul (2016) de Blanca Torres, Gabriel Velázquez – 64′ – España
En los años 30 del siglo pasado, un aristócrata inglés cae despeñado en los Pirineos y despierta en un sanatorio mental. El doctor en psiquiatría Pedro Martínez registra en su cámara de 16mm las evoluciones de este hombre que ha perdido la orientación y la memoria. Pero también la llegada al valle de este «raro espécimen» servirá a las ocultas intenciones del doctor, que aprovechará para poner en práctica sus teorías evolutivas. (FILMAFFINITY)
“Análisis de sangre azul”, filmado por Gabriel Velázquez y Blanca Torres, es ante todo un trabajo fresco que sorprende por su valentía. Una de esas rarezas que situaríamos en ese “otro cine español” que tanto apuesta por la innovación y por jugar con las posibilidades que ofrece el lenguaje cinematográfico. En este caso, la fuerza que dota de originalidad a la cinta es su propia esencia, la manera en que la forma se pone al servicio de lo expuesto. Los directores buscan contarnos la historia de una extranjero desmemoriado hallado en un valle de los pirineos y llevado a un sanatorio mental por parte del doctor del centro durante los años 30 del siglo XX. Para ello, la filmación de la cinta se realiza con una cámara de 16 mm del año 1933. La intención es la de estrechar los límites entre la ficción y el documental en la manera en la que se enfoca lo narrado. En “Guest”(2010), José Luis Guerín grababa a Chantal Akerman diciendo que “no hay diferencia entre ficción y documental. Una buena película de ficción siempre tiene algo de documental. Y un buen documental siempre tiene algo de ficción“. El mismo Guerin en 1997 plasmó estas palabras de la cineasta belga en “Tren de sombras”. En esta cinta recreó a modo de ficción un encuentro documentado desde el material cinematográfico mudo dotando de armonía dos formatos que finalmente narraban la misma materia. (Crítica de Luis Suñer)